Hoy, viernes 22 de marzo, se cumplen 10 años de la primera movilización de las Marchas de la Dignidad. Aquel marzo se vivía en un contexto creciente de la movilización que nació en la Huelga General que se organizó frente al Gobierno del PSOE (en 2010) en los primeros años de la crisis económica. Con el lema ‘’pan, trabajo, techo y dignidad’’ centenares de miles de personas, llegadas desde las distintas columnas de todo el estado, llenamos carreteras y calles. Más de un millón y medio estuvimos en Madrid. El desarrollo de la movilización paralizó a la prensa servil al sistema y a los partidos representantes de la oligarquía; en definitiva, a todos aquellos que hasta entonces habían aprovechado la crisis económica para ganar más.
Hoy, 10 años después de las primeras marchas, la consigna sigue vigente. En Castilla y León, con datos de 2023, un 22,3% de la población se encuentra en riesgo de pobreza; lo que supone un 0,4% más que en 2022. En cuanto al empleo, la falta de un plan de reindustrialización que aporte estabilidad a Castilla y a León es un lastre que cronifica la temporalidad, la estacionalidad y la parcialidad. La vivienda mantiene una tendencia al alza en su precio de compra, elevándose un 4% la última tasa interanual. El alquiler, a pesar de ser el segundo territorio menos caro, tampoco deja de subir exponiendo a mucha clase trabajadora, principalmente juventud, a no poder tener garantizado un futuro mínimamente cercano, y a tener que buscar un futuro lejos de nuestra tierra.
Mientras, la dignidad, la seguimos disputando en cada batalla. Allí donde se abre un centro social y se teje un nuevo espacio de lucha vecinal que ayuda al barrio, allí donde se organiza un comité de empresa, allí donde nos encontramos con un movimiento que sigue paralizando desahucios y defendiendo a inquilinas e inquilinos, allí donde nos unimos contra el fascismo, allí donde la clase trabajadora peleamos por nuestros intereses. Allí es donde nace la dignidad y el respeto que nos merecemos.
En Castilla y León, las Marchas de la Dignidad también fueron la continuidad de las Huelgas Generales, del 15M y de las Mareas; pero especialmente fueron la continuidad de la inmensa marcha minera de 2012 y de la lucha que inundó el barrio de Gamonal. Ambos movimientos fueron una semilla que permitió que se diera ese ciclo creciente de movilización. Hoy lo recordamos con la esperanza de saber que es posible, con estrategia y organización, retomar la senda de la construcción de espacios populares que desborden al Régimen del 78.
Desde el PCE-Castilla y León seguiremos en la defensa de la clase trabajadora castellana y leonesa tomando como ejemplo las expresiones que hemos vivido a lo largo de nuestra historia. Nunca las tomaremos como piezas de museo, como reliquias, sino como aprendizajes que nos han mostrado cómo avanzar hacia la III República y hacia el socialismo. Aprendiendo cotidianamente de todos los aciertos y todos los errores que la clase trabajadora hemos protagonizado en los intentos de construir una alternativa a este sistema criminal. Esa, y no otra, es nuestra tarea como militantes comunistas.
Hoy, como ayer,
¡PAN, TRABAJO, TECHO Y DIGNIDAD!