Las calles de Valladolid vuelven a teñirse de morado en este 8M para gritar ‘Basta’, para reivindicar y luchar por la igualdad y la justicia. Porque nuestros derechos laborales, sociales y políticos están bajo la amenaza de una extrema derecha henchida de poder y espoleada por quienes cambian los logros y avances de las mujeres por poltronas en comunidades y ayuntamientos. Un poder al servicio de los privilegiados y de la desigualdad.
Pero también reclamamos alegría: la del abrazo reconfortarte, la sonrisa reparadora y el cántico colectivo. El feminismo nos abraza a todas y todos, nos consuela y nos anima a seguir luchando. Porque nadie tiene derecho a borrar de nuestro rostro el orgullo por el camino recorrido y la ilusión por seguir dando pasos hacia delante.
Un camino que antes de nosotras ya hicieron las sufragistas, las mujeres republicanas, antifascistas y abolicionistas que jalonan nuestra historia a la que se unen nuestras hermanas racializadas del afrofeminismo, el feminismo islámico o el feminismo poscolonial. Un camino que no podrán continuar, porque les arrebataron la vida, todas las víctimas de violencia de género de nuestro país, 56 este año 2023.
Sin embargo, somos conscientes de las dificultades y las amenazas. Seguimos siendo el 60% de la población desempleada; por primera vez en cinco años la brecha salarial ha aumentado en Castilla y León y los trabajos más precarios son precisamente los más feminizados.
Las mujeres de nuestros pueblos siguen teniendo más complicado buscar ayuda en casos de violencia de género: faltan efectivos en los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, falta formación en los que hay y faltan recursos informativos y asistenciales. Las administraciones -diputaciones y Junta de CyL- deben redoblar esfuerzos para que el medio rural sea también seguro para las mujeres.
Pero si ser mujer es un desafío, un reto y un camino, en ocasiones, más duro de lo que debiera, no imaginamos las dificultades a las que nuestras hermanas en lugares de conflicto han de afrontar. Mujeres palestinas, iraníes, afganas… guerras y regímenes dictatoriales que convierten en objetivo a batir la igualdad entre sexos. Conflictos que quieren silenciar la voz fuerte de las mujeres que gritan ‘No a la guerra’, sea donde sea.
Por eso enarbolamos hoy un feminismo para cambiarlo todo, para dar la vuelta a la realidad y repensarnos en igualdad y justicia. Un feminismo para terminar con las opresiones, el racismo, la xenofobia, la homofobia, la transfobia, el capitalismo, el clasismo o el capacitismo
Por ello, por todas nosotras, exigimos:
- Más recursos, económicos, personales y materiales para acabar con las violencias hacia las mujeres, que incluyen agresiones sexuales, violencia de género, explotación reproductiva, pornografía, trata y prostitución, o discriminación a personas LGTBIQ+
- Transparencia en el uso de los fondos del Pacto de Estado contra la violencia de género; queremos saber en qué invierten las administraciones el dinero que reciben para luchar por la igualdad de las
- Servicios públicos de calidad para hacer posible la corresponsabilidad de los cuidados
- Coeducación para alcanzar la igualdad real y efectiva, con una educación en igualdad que incorpore referentes de mujeres y que incorpore la educación sexual en todas las etapas de la
- Empleos dignos, estables y seguros para las mujeres. Acabar con las brechas salariales en Castilla y León y de las pensiones, la feminización de la pobreza, la precariedad y los abusos en el empleo doméstico, además de la puesta en valor, tanto social como salarial de los empleos destinados a los
- Medios de comunicación comprometidos sin ambages con la igualdad y los valores democráticos. Reivindicamos el periodismo feminista para informar adecuadamente de la violencia machista y terminar con los estereotipos que aún asfixian a las
- Unas políticas que hagan hincapié en las necesidades de las mujeres de las zonas rurales y de las mujeres en situación administrativa irregular, sin acceso a los recursos más
- Unas administraciones que tengan en cuenta a todas las mujeres, independientemente de sus capacidades; que puedan acceder a todos los servicios sin discriminación alguna, sin que sus capacidades diversas sean un
Por todo ello gritamos, con rabia pero también alegría, más unidas que nunca. ¡¡¡AQUÍ ESTAMOS LAS FEMINISTAS!!!
COORDINADORA DE MUJERES DE VALLADOLID 8M2024
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