Manifiesto del PCE ante el 25N, Día Internacional contra las violencias machistas

Este 25 de noviembre volvemos a salir a las calles porque queremos la paz en la vida de las mujeres. Una vida libre de violencias machistas para todas. En Valladolid estaremos en la manifestación convocada por la Coordinadora de Mujeres de Valladolid el día 25 de noviembre a las 20h en la Plaza de Fuente Dorada.

Las mujeres estamos en el punto de mira de la alianza criminal del patriarcado y el capital por nuestras reivindicaciones y el modelo de sociedad al que aspiramos. Un modelo que sitúa la vida en el centro, que confronta con el rol de la mujer y la familia patriarcal que defienden la extrema derecha y el fascismo.

Por ello, hay quienes niegan la existencia de la violencia de género a pesar de los datos.

Que no te engañen: la violencia tiene género. La trata, la prostitución, la pornografía, la explotación reproductiva, la ablación y los matrimonios forzados existen y en situaciones de violencias aumentan: la guerra, la pobreza, la desigualdad y la exclusión social son sus grandes aliados.

La violencia obstétrica también existe. Una violencia que en España la perciben hasta un 67,4% de las mujeres según un estudio transversal de 2019.

La justicia patriarcal sigue cuestionando y criminalizando a las mujeres. Lo vemos en los casos de María Salmerón y Juana Rivas, condenadas por proteger a sus hijos e hijas de maltratadores, cuando 47 niños y niñas han sido asesinados por sus padres en venganza y el 44% de los asesinatos de violencia vicaria se produjeron durante el régimen de visitas al padre biológico, según la Asociación de Mujeres Psicología Feminista.

No es casual que el patriarcado se rebele contra el feminismo y ejerza otra forma de violencia machista: negarla. Porque con la “Ley del aborto” el patriarcado no tiene control de nuestros cuerpos y nuestras vidas; porque con “la Ley del Solo Sí es Sí” se reconocen las violencias sexuales y se deja de cuestionar a las mujeres; porque con la Ley LGTBI se respeta nuestra orientación sexual y nuestra autodeterminación; porque con el “Plan camino” y la Ley de Trata se abre la vía para acabar con otras violencias como la trata y la prostitución, porque con medidas feministas el patriarcado se tambalea. Pero para que caiga es imprescindible que las políticas feministas impregnen todo el aparato de estado y que quienes apliquen  las leyes se hayan formado de manera obligatoria en feminismo.

El patriarcado se rebela y reinventa nuevas formas de violencia como el acoso sexual y por razón de sexo en los centros de trabajo, los pinchazos nocturnos, la introducción de burundanga en las bebidas para llevar a cabo agresiones sexuales. Las violaciones en manada o incluso la nueva moda de rechazar a las mujeres que quieren sexo con preservativo.

Llamamos a la movilización organizada para denunciar las violencias que sufrimos las mujeres y evidenciar que quienes las niegan mienten.

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