Valladolid contra las agresiones fascistas.
Quien esté al tanto de los últimos sucesos en nuestra ciudad se dará cuenta de que sus peores años están de regreso. No podemos mirar hacia otro lado ante la situación, pues la derrota de esta nueva ola reaccionaria depende de las acciones que tomemos como antifascistas.
Los capitalistas quieren a los fascistas. Hemos visto como el ministro de interior Grande Marlaska está utilizando a los fascistas de las empresas de desahucios para entrenar a miles de policías, destapando la poca pintura de humanidad que le quedaba a este gobierno entre los obreros más oprimidos.
Por otra parte, en nuestra ciudad siguen existiendo sedes legales de partidos racistas, xenófobos y claramente fascistas. Registrados en C. Renedo N°10, en las oficinas de su ministro favorito.
Esto demuestra que entre el ala democrática, en concreto social liberal, y el ala fascista de nuestra burguesía no existe una diferencia de principio. Tan solo de matiz en cuanto al acuerdo común: sostener el Estado imperialista español contra los obreros de aquí, extranjeros y contra los pueblos que tienen que soportar la presencia del capital español o de sus militares.
Pero no solo la burguesía española hace soplar el viento a favor de los fascistas. Las guerras en Ucrania y en Gaza y Libano hacen rebrotar las posiciones fascistas en momentos de crisis, que salen a defender los intereses occidentales en las fronteras de este bloque imperialista.
Durante este último año hemos presenciado en directo un genocidio acelerado contra el pueblo palestino a manos del primer guardián de las democracias occidentales en oriente próximo: el Estado sionista de Israel. Cuya idea de fondo, un estado étnicamente puro contra los árabes, casa a la perfección con los postulados nacional-socialista de las organizaciones fascistas. Y cuyo pilar fundamental, el movimiento Colono, es un ejemplo práctico de como el fascismo puede prender entre las masas populares.
Este es el mundo que vivimos, un mundo de reacción que no tiene un horizonte alternativo al capitalismo. Esto es todo lo que puede ofrecernos. La socialdemocracia, como parte de la burguesía, es también responsable del aumento del fascismo, pues ha ayudado a extender las ideas chovinistas entre la clase trabajadora. Jugando con la ilusión de reforma del capitalismo, basada en falsedades y que no se han traducido en cambios reales, pues todas sabemos que el capitalismo no es reformable. Prometiendo, por ejemplo, una vivienda digna para todos, este gobierno reforzaba la confianza en el Estado entre nuestra clase. Confianza que sabemos, repercutirá en más bombas en Gaza y en desahucios más terroríficos.
Como vemos, el problema del fascismo no se limita a los brazos de madera de la burguesía que patrullan las calles en nuestra ciudad. Grupos ultras que son los autores de asquerosas agresiones contra comunistas, antifascistas y personas de la comunidad LGTB en los últimos meses aquí, en Valladolid.
En alimentar el fascismo ha contribuido toda la burguesía. Por lo que no podemos pedirle soluciones ni apelar a sus amarillentos periódicos, clubes de fútbol o policía local. Todos ellos con cada vez más hilos de unión con los fascistas. Tampoco podemos confiar en los múltiples actores obreros que prometen un capitalismo mejor y un Estado español más amable. Pues la inconsecuencia de su oportunismo son los argumentos de los fascistas. Permitiendo que ante la falta de conciencia de clase revolucionaría los fascistas encuentren apoyo dentro de nuestros barrios y puedan ejercer impunemente su terror.
Necesitamos recuperar la posibilidad de un horizonte diferente al capitalismo. Repensar la idea de Revolución Social como alternativa y único antifascismo consecuente que oponga la emancipación de la humanidad al orden burgués. Ya sea en su momento democrático o fascista.
Por ello, denunciamos todos los hechos expuestos anteriormente ante los obreros conscientes de esta ciudad. Y nos ponemos a disposición de cualquier persona agredida o amenazada.
Nos vemos este miércoles a las 20h en la Plaza de Fuente Dorada, Valladolid.
¡No pasarán!
¡Pucela será la tumba del fascismo!